Era, sin duda, una de las noticias más esperadas para la Comunidad aragonesa. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, comparecía en el Pleno de las Cortes para anunciar que desde este viernes Aragón regresa a la llamada «nueva normalidad». Sin embargo, continúan vigentes los aforos del 75% en comercios, parques comerciales, zonas comunes de hoteles, equipamientos culturales e instalaciones para competiciones deportivas y hostelería, en general.
Desde la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS), su presidente, José Antonio Pueyo, señala que «lo primordial es que se restablezca la confianza del consumidor cuanto antes con esta nueva normalidad». Para ello, «deben disiparse las dudas sobre los riesgos de contagio a la hora de efectuar compraventas y debe establecerse una mayor confianza en la economía y su futuro, dos asuntos que es muy difícil de resolver a corto plazo», explica Pueyo.
Con la entrada de septiembre, los comerciantes no confían en que vaya a ser un buen mes, dado que «hay menos renta disponible, menos confianza del consumidor, y menos necesidades, en moda o complementos por ejemplo, al reducirse los actos sociales o de trabajo. Esto corrobora el hecho de que en las últimas rebajas las ventas han caído en torno al 15%», lamenta el presidente de ECOS.
Por subsectores, desde ECOS apuntan a que la alimentación se ha visto beneficiada de las medidas de confinamiento o que el equipamiento del hogar tiene nuevas necesidades derivadas del estado de alarma. «Como peores, destacaríamos ocio y cultura y equipamiento personal, tanto vestido como calzado, donde se han desplomado las ventas», apunta Pueyo.
Con este escenario, habrá empresas que cierren a corto plazo, si no lo han hecho, y «empresas zombis» que con el dopaje de los créditos vayan tirando a duras penas un tiempo más, pero vamos a intentar ser optimistas «dado que muchos sectores han reducido tanto sus ventas que solo nos queda esperar que aumenten», concluye el presidente de los comerciantes.