La zona comercial del centro de Zaragoza, concretamente 40 de sus establecimientos, está inmersa en un programa piloto para diagnosticar la calidad del aire de esos espacios. El proyecto está impulsado por la Consejería de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza y la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS). Para la realización del proyecto, ECOS cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) cuya participación se centrará en el análisis previo de los establecimientos, formación sobre los mecanismos de contagio por aerosoles, monitorización continuada de los niveles de CO2, así como evaluación posterior de las diferentes medidas implantadas para mejorar la renovación del aire de los locales.

Para el desarrollo del programa piloto, en los 40 establecimientos comerciales de ECOS ubicados en la zona centro de Zaragoza se están instalado 85 medidores de concentración de CO2. Esos aparatos estarán permanentemente operativos y transmitirán telemáticamente sus lecturas, mediante tecnología IoT, y cada muy pocos minutos, al equipo investigador del proyecto para su análisis, interpretación y valoración.

La consejera de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Herrarte, ha señalado que «hemos puesto en marcha un proyecto pionero en España para el que hemos contado con el criterio científico y podemos estar orgullosos de tener una zona comercial con 40 establecimientos que tienen aire limpio».

Por su parte, el secretario general de ECOS, Vicente Gracia, ha agradecido al Ayuntamiento el hecho de poner en marcha esta iniciativa que sirve «para situar a Zaragoza con esta experiencia piloto a la cabeza de España respecto al resto de ciudades del país». Igualmente, ha tenido palabras de agradecimiento tanto para el Gobierno de Aragón como para los comerciantes que se han prestado a poner en marcha esta iniciativa. Además, Gracia ha subrayado que con ello «se mejoran las condiciones de seguridad de nuestros establecimientos y la idea de la federación es crear en 2022 zonas específicas en el resto de la ciudad».

El investigador de la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y Desarrollo en el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, Alberto J. Schuhmacher, ha agradecido «que se apueste por añadir criterios científicos». Con estos datos, ha añadido, «se estudiará cómo se está comportando el aire de los establecimientos para ayudarles a implantar medidas que favorezcan esta renovación del aire, no solo pensando en la Covid, sino en otros muchos factores porque somos los que comemos y lo que respiramos».

El IIS Aragón monitorizará de forma continua los establecimientos seleccionados con el fin de conocer in situ los resultados que arrojan los medidores en todo momento. Los aparatos poseen tecnología de infrarrojo no dispersivo (NDIR) y con distribución variable en función del tamaño de cada establecimiento. De hecho, previamente al arranque del proyecto, el personal investigador del Instituto ha visitado todos los negocios para evaluar cuestiones relativas al espacio en el que se iba a intervenir y determinar cómo se instalarían los dispositivos provisionales.

Una vez terminado el proceso de recogida de datos a principios de enero, ECOS dispondrá de toda la información para que sus asociados puedan adaptarse y mejorar la calidad del aire de sus establecimientos, siempre de acuerdo con los criterios del proyecto de investigación. De esta manera, la mejora de la calidad del aire redundará en las plantillas y en los clientes del sector. Además, ECOS reconocerá con un distintivo de participación a los locales que han sido incluidos en este proyecto piloto y que tomen medidas para mejorar la renovación del aire.

Para desarrollar el proyecto, desde el ISS Aragón ha sido necesario capacitar a los empresarios y empleados del sector para entender cómo son los mecanismos de contagio por aerosoles y por qué estos mecanismos llevan a establecer distintas medidas de prevención que se han venido adoptando. Y en el ámbito del comercio también ha sido necesario explicar cómo deben ser los procedimientos óptimos de ventilación, qué tipo de actuaciones erróneas se suelen producir y cómo corregirlas. Por todo ello, se ha impartido formación sobre “Bases teórico-prácticas de la medición de CO2 como indicador de aire renovado”.