El Gremio de Panaderos de Zaragoza ha retomado la normalidad para celebrar el día grande de su patrona: Santa Rita. Se trata de una jornada que sirve a estos artesanos para intercambiar opiniones de cómo está el sector en la actualidad.
Tras la celebración de la Eucaristía, la presidenta del Gremio de Panaderos, Ana Marcén, ha subrayado que «es tiempo de no quejarnos, sino de ponernos en acción para mantener nuestras empresas, así como la calidad de nuestro pan”.
En este sentido, Marcén ha remarcado que «hoy en día es difícil mantener esta profesión porque cada vez hay menos gente que quiere trabajar de noche y, además, es muy difícil competir con los bajos precios que marcan los panes industriales”; por esta razón, destaca con orgullo, Ana Marcén, «debemos hacer un pan diferenciado para competir con nuestra calidad».
La presidenta del Gremio ha querido destacar la importancia de que el consumidor confíe en las panaderías tradicionales para hacer sus compras, evitando hacerlo en las grandes superficies, «donde bajan el precio del pan, pero lo incrementan en otros productos de la cesta, lo que hace peligrar la supervivencia de los pequeños comercios dedicados al pan».
Durante la celebración de Santa Rita, la presidenta ha estado acompañada por representantes del Gremio de Panaderos que han manifestado su orgullo por participar año tras año en esta celebración.
ACTOS POR SANTA RITA
A mediodía ha dado comienzo la ceremonia en la parroquia de Santa Rita de la capital aragonesa donde se ha llevado a cabo una ofrenda de 600 panes bendecidos. Estos, además del resto de productos entregados y la recaudación obtenida en la celebración, serán donados a diferentes causas benéficas.
Posteriormente, los asistentes se han desplazado a un céntrico restaurante de la capital aragonesa para poder conversar sobre cómo está el sector en un ambiente marcado por el compañerismo.