El olor a nuevo y la tarea de forrar los libros son dos claves que revelaban que la «vuelta al cole” era inminente. Septiembre ha arrancado y en otras circunstancias serían eternas las filas en las librerías de padres e hijos a la espera del nuevo lote de libros de texto para el curso escolar. Este año esas filas no se están produciendo y las compras marcadas por esta «nueva normalidad» se hacen en su mayoría por encargo o a domicilio. Este mes, teniendo en cuenta la inactividad de este sector durante el estado de alarma, podría suponer un repunte económico para estos comercios, ya que en una situación normal esta época supone en torno al 70% de la facturación anual.
El presidente de la Asociación de Librerías de Zaragoza y también presidente de la Federación Aragonesa de Librerías, Óscar Martín, comparte esa incertidumbre de la “vuelta al cole” con padres y profesores, pero asegura que tratan de adaptarse a esta nueva situación con nuevos servicios. Las etapas de más ventas son las que no entran en el banco de libros del Gobierno de Aragón. Martín, propietario de la zaragozana librería Siglo XXI, se nuestra optimista con el futuro y confía en que, con el reparto de las becas de ayuda al material curricular, se produzca un “aumento considerable” del trabajo en las librerías.
Pregunta.- Con el arranque de un nuevo curso escolar «atípico», ¿cómo están viviendo esta situación?
Respuesta.- Con muchas diferencias sobre el año pasado, la mascarilla y las medidas sanitarias han supuesto que la relación con el cliente y el comportamiento de estos en la compra sea distinta. Se han multiplicado los envíos a domicilio y los encargos por lo que la asistencia de público a los comercios ha disminuido considerablemente. Tenemos incertidumbre sobre el futuro y tratamos de adaptarnos a la nueva situación ofreciendo nuevos servicios.
Estamos empezando septiembre y todavía es pronto para valorar las cifras. En los meses de julio y agosto hay distintas opiniones según el tipo de librería, incluso de la zona en la que esté ubicada. En muchos casos la venta ha sido menor y en alguno están contentos con los resultados.
P.- ¿Esta situación está retrasando la compra de material escolar y libros de texto?
R.- Por los comentarios que recibimos de algunos clientes este sería uno de los motivos principales.
P.- ¿Hay algunos cursos en los que, en especial, se haya registrado un mayor descenso de ventas?
R.- En ventas de mostrador el descenso de venta en libros de texto se produce en los cursos que cubre el Banco de libros del Gobierno de Aragón. Ha aumentado el número de usuarios de este servicio por lo que reutilizan libros de años anteriores y no necesitan adquirir estos materiales.
Por otra parte, en los últimos años, la tendencia entre el profesorado en centros escolares es solicitar menos libros de texto y utilizar más materiales propios o de papelería para la realización de proyectos.
P.- ¿Creen que más adelante podría haber un incremento de las compras de libros?
R.- En breve los colegios repartirán las becas de ayuda al material curricular, lo cual supone un aumento considerable de trabajo en las librerías. Además, tras el comienzo del curso, cuando las clases funcionen con normalidad, las familias que no tienen todos los materiales se preocuparán de tener todo lo necesario.
P.- ¿Cómo se han comportado las compras realizadas por encargo?
R.- Los encargos han crecido. Clientes que nunca habían realizado reservas este año querían evitar hacer viajes, de esa manera reciben un aviso cuando su pedido está completo.
P.- Algunas familias no quieren que les vuelva a pasar como el curso anterior en el que sus hijos se quedaron sin utilizar algunos de los libros de texto, ¿es un discurso que han oído?
R.- En algunos casos sí, pero no es algo generalizado. Los centros escolares tienen la experiencia de la pasada primavera y están preparados para que los alumnos aprovechen los libros.
P.- Las librerías, al final, son uno de los sectores que están sufriendo las consecuencias de la incertidumbre con el nuevo curso escolar…
R.- También las empresas de comedor, las extraescolares… Somos muchos los vinculados directamente a los centros escolares y todas sus decisiones nos afectan en mayor o menor medida.
P.- ¿Cree que esta crisis sanitaria ha sido, quizás, la puntilla para este sector que ya venía arrastrando otros problemas?
R.- Olvidándonos del libro de texto y centrándonos en la labor que realiza una librería durante todo el año está claro que nos ha afectado muchísimo y aunque nos gusta ser optimistas muchos creen que lo peor está por venir en los próximos meses. En primavera perdimos el 23 de abril y las distintas ferias, la venta de lecturas a escolares y la realización de una infinidad de presentación y otros eventos vinculados al libro y a los autores.
P.- En agosto se publicó la puesta en marcha de una línea de ayudas del Ministerio de Cultura y Deporte a propuesta de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, que destinará un fondo valorado en 4 millones de euros en ayudas al sector de las librerías, ¿qué les parece esta medida exclusiva para librerías independientes?
R.- Me parece interesante y necesaria. La red de librerías es fundamental en pequeñas y grandes ciudades y hay que incentivar medidas para protegerlas. Por otra parte, los planes de apoyo a la lectura en centros escolares, debería ser una prioridad por parte de los gobiernos autonómicos.
P.- En marzo reclamaron el pago inmediato de las becas de libros de texto que estaban pendientes desde hace seis meses, ¿cómo ha transcurrido esta situación?
R.- Durante ese mes se fueron abonando las facturas pendientes. Los trámites administrativos retardan el pago y la situación del sector es delicada. La relación con el departamento de educación es buena, nos reunimos en varias ocasiones a lo largo del año y valoran nuestras opiniones y los proyectos que acometen vinculados al libro.