A poco más de una semana de San Valentín, las calles ya empiezan a oler a rosas y, aunque el tiempo de febrero lo ponga difícil, las flores se preparan para llenarlas de color. Es una de las fechas más importantes del año para las floristerías, que dentro de una semana harán un poco más felices a los que opten por celebrar el amor de la forma más tradicional.
“En este momento, las floristerías están todavía comprando y preparándolo todo para las futuras ventas”, explica el presidente de la Asociación de Empresarios Floristas de Aragón, integrada en ECOS, Rubén Cebollero. El objetivo es “tener la flor en el punto perfecto” para los próximos 13 y 14 de febrero, “días en los que se producen la mayoría de las compras de San Valentín”. Cebollero admite que es “una fecha más de última hora”, aunque siempre hay algún romántico empedernido que se adelanta con encargos especiales.
La rosa roja es cada año “la flor estrella” y, para no quedarse cortas, las floristerías tienen que hacer siempre una estudiada previsión con respecto a otros años. Muchas apuestan, también, por preparar rosas liofilizadas. Es lo que comúnmente se conoce como rosa eterna, una flor 100% natural que pasa por un tratamiento que le permite perdurar varios años. “Esto lo hacemos con rosas, pero también con orquídeas y otras plantas o en ideas más diferentes como corazones hechos de flores”, explica el presidente de los floristas.
No solo las parejas se animan a regalar flores el 14 de febrero, un día en el que los floristas conocen a gente muy detallista que celebra el amor con quien más le apetece. “Hay personas que por ejemplo hacen encargos grandes para llevar en el trabajo una rosa a cada compañero”, cuenta Cebollero.
UN 30% PREFIERE COMPRAR FLORES ONLINE
Pero son tiempos difíciles en los que la inflación ha hecho mella también en este sector, “por eso antes compraban más a lo grande y ahora prefieren apostar por pequeños detalles”, explica el presidente, que aclara que “de media cada cliente gasta unos 20 euros” en ese día tan especial. La fecha en la que caiga San Valentín es también relevante, porque si lo hace en fin de semana la gente tiende a salir más a cenar y a gastar menos en flores.
Además, a principios de febrero los proveedores suben los precios de las rosas, que prácticamente se duplican para estas fechas. «A nosotros no nos queda otra que incrementar nuestros precios de venta al público también», reconoce Carmen Escorihuela, propietaria de la floristería «Natural Flores y plantas», situada en la calle Don Jaime de Zaragoza.
Desde que comenzó la pandemia hace tres años el mercado de las flores “ha cambiado mucho”, admite Cebollero. La venta por Internet ha crecido notablemente y, aunque antes las floristerías ya apostaban por los canales online, los clientes no lo hacían tanto y eran más de elegir en la web para luego comprar físicamente. “Ahora cada vez hay más gente que hace sus encargos online sin pasar por la tienda, entre un 20 y un 30% de los clientes”, reconoce.
San Valentín está entre las fechas más importantes para los floristas porque aunque no alcanza el nivel de Todos los Santos o el Día de la Madre, “ayuda mucho a facturar”, cuenta Cebollero. Pero sin el trabajo y los clientes del día a día no podrían seguir adelante porque, tal como admite, “no se puede vivir de una fecha todo el año”.