Los comercios de proximidad trabajan para ser espacios de “bajo riesgo de contagio”. Conscientes de que la calidad del aire que respiran sus clientes tiene un gran impacto en la salud y el bienestar, ponen en marcha medidas innovadoras como la monitorización del nivel de CO2.
La seguridad de sus usuarios es lo más importante.
Compra en el comercio local.